La teoría de Alejandro Jodoroswky, la Metagenealogía (puedes comprarlo en Amazon.es) sostiene que las 14 personas que nos precedieron influyen directamente en nuestra forma de SER. ¿Las conoces?
La aventura de armar el árbol genealógico es inexplicable, una se convierte en Sherlock Holmes y va por toda la familia haciendo preguntas incómodas y desempolvando recuerdos. Cada cual tendrá sus obstáculos y grandes descubrimientos; la gran recompensa es descubrir muchas de las programaciones familiares que inconscientemente repetimos por generaciones.
La primer pregunta que hay que hacernos antes de empezar a incursionar en los demás es: “¿Qué es lo que quieres hacer con tu vida? ¿Cuál es tu finalidad? ¿En qué te puedo ayudar? ¿Qué es lo que todavía no has conseguido? ¿Hacia dónde vas? ¿Cuál es tu horizonte ideal? ¿Qué tres deseos le pedirías a una Hada? ¿Qué harías si te hicieses invisible durante 24 horas? Aquello que respondemos nos señala las prohibiciones de nuestro árbol genealógico… Si respondo que quiero “disfrutar”, significa que hay una prohibición del placer, del deseo, en el árbol.
La #finalidad es lo que somos, es nuestro guión auténtico, incompatible muchas veces con el guión que la familia nos impone. El árbol genealógico nos imprime una #misión y tratará de que la cumplamos, aunque ello nos niegue ser lo que somos.
Si te cuesta muchísimo conectar con tu finalidad y verbalizarla, truco psicológico: durante siete días anda a comprar tu pastel preferido y cómelo tranquilo. Se despertará el placer, la parte creativa. Luego vendrá la finalidad.”
Razones para hallar nuestra misión:
1.-Cuando sabemos lo que queremos de verdad, y eso que queremos no lo estamos logrando de momento, de pronto descubrimos como por arte de magia que hay algo que nos lo impide: es “la trampa del árbol”.
2.-Verbalizar una finalidad es comenzar a caminar hacia ella. Es como hacerle un pedido al Universo, es lanzar un mensaje, una oración… Ahí uno empieza a llamar al #cambio, cuando declara su intención.
3.-Mostrar nuestra finalidad nos sitúa en lo que somos. El árbol nos da una misión loca, una #identidad falsa, un no ser lo que somos en realidad. Cuando nos atrevemos a sacar al exterior lo que deseamos alcanzar, empezamos a ser felices, a estar más sanos, o lo que es lo mismo, empezamos a SER. “
Parc Monceau, Distrito VIII, París.
En cualquier estado que estés, el universo quiere que te realices. La vida tiene la finalidad que tú decidas. Para poder realizarnos, debemos conocer los acuerdos del inconsciente familiar que nos lo impiden”.
Entonces, ¿cuál es tu finalidad? Y recuerda las palabras de Séneca:
“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”.
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Editado del original
